Cuentos de terror by AA. VV

Cuentos de terror by AA. VV

autor:AA. VV. [AA. VV.]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Relato, Terror
editor: ePubLibre
publicado: 1994-01-01T05:00:00+00:00


LA HIJA DE RAPACCINI

NATHANIEL HAWTHORNE

Con el fin de proseguir sus estudios en la Universidad de Padua llegó hace muchos años a aquella ciudad un joven llamado Giovanni Guasconti. Procedía de la más meridional de las regiones de Italia. Giovanni, cuya bolsa era más bien flaca, se alojó en un humilde aposento situado en los altos de un viejo edificio, que otrora pudo ser el palacio de un noble paduano y que seguía exhibiendo en su fachada el blasón de una familia extinguida hacía mucho tiempo. El forastero, que conocía las nobles gestas de su país, recordó que uno de los antepasados de aquella familia figuraba entre los protagonistas de las eternas agonías del Infierno evocado por Dante. Este recuerdo, junto con la melancolía muy explicable en un joven separado por vez primera de su medio ambiente habitual, hizo que Giovanni no pudiera disimular su desencanto al examinar su habitación, ruinosa y mal amueblada.

—¡Virgen santa! —exclamó la anciana señora Lisabetta, quien, atraída por el hermoso aspecto del joven, trataba de dar a la estancia un aire acogedor—. ¿Qué aspecto tiene esto para descorazonar a un joven? ¿Le parece oscura la casa? Vamos, asómese a la ventana y verá un sol tan espléndido como el que dejó en Nápoles.

Guasconti hizo maquinalmente lo que la anciana le aconsejaba, pero no estuvo de acuerdo con ella en que el sol de Padua fuese tan espléndido como el del sur de Italia; sin embargo, brillaba sobre el jardín situado debajo de la ventana y esparcía su influjo vivificante sobre una colección de plantas que parecían haber sido cultivadas con excesivos cuidados.

—¿Pertenece a la casa ese jardín? —inquirió Giovanni.

—De ser así, sus flores serían mucho mejores que las que ahora crecen en él —respondió la señora Lisabetta—. No, este jardín es cultivado por las propias manos del doctor Giacomo Rapaccini, el famoso doctor, cuya fama ha llegado hasta Nápoles. Se dice que destila de ellas unas medicinas tan eficaces como un hechizo. Podrá ver a menudo al doctor en su trabajo, y quizá también a la señorita, su hija, recogiendo las extrañas flores que crecen en su jardín.

La anciana señora hacía todo lo posible para mejorar el aspecto de la habitación, y tras encomendar al joven a la protección de los santos, se retiró a su aposento.

Giovanni no encontró mejor entretenimiento que contemplar el jardín. Era uno de aquellos jardines botánicos que fueron creados en Padua antes que en ningún otro lugar de Italia, ni del mundo. Era probable que hubiese servido de apacible retiro a una familia opulenta, pues en el centro conservaba una fuente de mármol, en estado ruinoso, esculpida con excelente arte, pero tan deteriorada que era imposible recomponer mentalmente el diseño original a partir del caos de fragmentos que quedaban. El agua, sin embargo, seguía brotando en forma de surtidor y desgranándose en brillantes perlas.

Su tenue murmullo llegaba hasta la ventana del joven y le hizo imaginar que la fuente era un espíritu inmortal que cantaba incesantemente su canción, sin preocuparse de



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.